Que los hombres a quienes maravilla este mundo --su capacidad, su hermosura, el orden de su movimiento continuo, los dioses manifiestos o invisibles que lo recorren, los demonios, árboles y animales-- eleven el pensamiento a esa Realidad, de la que todo es la copia...
(Jorge Luis Borges)

7 de julio de 2004

Parque Nandino

La Revista Parque Nandino, una de las mejores revistas culturales, especializadas en literatura, del país está teniendo problemas. Una prueba más de los embates de este gobierno en contra de la cultura.
A groso modo, la Secretaría de Cultura de Jalisco a través del Sr. Jorge Souza, parece estar haciendo todo lo posible por deshacer este proyecto tan ambicioso, utilizando engaños, mentiras, y sobre todo, abusando de su poder.
Pego aquí el último comunicado que recibí:



CARTA ABIERTA ? Martes 6 de Julio del 2004

Acerca de las declaraciones del Sr. Jorge Souza con respecto a la terminación de la relación entre la revista Parque Nandino y la Secretaría de Cultura de Jalisco

Como fue anunciado la semana pasada, Parque Nandino se vio obligado a terminar su relación actual con la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ), tras la imposibilidad de llegar a un acuerdo en uno de tres puntos específicos, impuestos por el Sr. Jorge Souza como indispensables para continuar otorgando el apoyo de la SCJ a esta publicación:

1. Incluir a tres nuevos integrantes en el consejo editorial, por ejemplo: Hugo Gutiérrez Vega, Rafael Torres Sánchez y Guillermo Samperio.

2. Nombrar a un ?director adjunto?, especialista en el tema central, para cada número de la revista. Este sería nombrado por la Secretaría de Cultura, y especialista en el tema central. La justificación de esta propuesta es que se incremente la visión literaria de la revista.

3. Suprimir las columnas (a cargo de Jorge Esquinca, David Huerta, Eduardo Milán y Mauricio Montiel), argumentando que esto reduciría los costos de impresión al quitar un pliego y que además, al aparecer en cada número los mismos columnistas, a juicio de la Secretaría de Cultura, no había variedad. Aclara que se trata de una decisión tomada y que la titular de la Secretaría de Cultura, la Sra. Sofía González Luna, está de acuerdo con esto.

El equipo de Parque Nandino estuvo de acuerdo con el primero de estos tres puntos, pero para poder mantener la integridad intelectual y ética de la revista, nos era imposible aceptar los dos últimos puntos. Incluso, en el segundo punto, acerca del nombramiento de un ?director adjunto?, se invitó al Sr. Souza a asumir esta posición, bajo la condición de que todas sus propuestas tendrían que pasar por los mismos canales de selección que el resto del material que llega a la revista.

En el tercer punto, acerca de los columnistas, las dos partes fuimos implacables. Para nosotros, no era negociable la supresión de las columnas. Para el Sr. Souza, no era negociable la no supresión. Insistió, aún en la segunda reunión que sostuvimos con él, que era una decisión tomada.

Tras anunciar la separación a los medios de comunicación y a nuestros colaboradores, seguimos trabajando en nuestro título número 5, y buscando financiamiento alterno para la impresión del mismo. El Sr. Jorge Souza convocó una rueda de prensa el día 1 de Junio de 2004, en la cual declaró que su punto de desacuerdo con el director y editor de Parque Nandino consistía en una disputa acerca de la pertenencia del proyecto: él decía que la publicación había sido propuesta por la SCJ y ofrecida a nosotros; nosotros sabemos, por que estuvimos ahí, que la propuesta vino de nosotros, y el entonces director de Actividades Culturales, Francisco Javier Lozano del Real, decidió apoyar el proyecto. Desafortunadamente y por error de todos, nunca se firmó un contrato en el cual se establecieran estos términos. Creíamos que la relación con la SCJ era de confianza y responsabilidades compartidas. Todo esto cambió tras la salida de Lozano. Lamentamos que el Sr. Souza no se haya tomado la molestia de consultar al antiguo funcionario para confirmar la manera en la que se llevó a cabo el acuerdo. Su imaginación, o incluso su creencia de cómo debía haberse hecho este acuerdo, no son un sustituto para la verdad.

A partir del rompimiento, han llegado a nuestras manos cartas enviadas por el Sr. Souza a colaboradores de la revista y otros miembros de la comunidad literaria. Nos preocupa este hecho, ya que las cartas contienen declaraciones falsas y una intención de difamación hacia quienes creamos la revista Parque Nandino.

Estas cartas, las cuales nos han permitido leer algunos de sus receptores, hablan de la disolución de la relación y dan datos financieros. Se incluyen números extremadamente bajos de ventas. El Sr. Souza, sin embargo, omite que la distribución y ventas de la revista siempre fueron responsabilidad de la SCJ, no del equipo de Parque Nandino.

Declara que los costos de la revista ascienden a ?500 mil pesos al año.? Los únicos conceptos que han sido pagados hasta del día de hoy por la SCJ son impresión y sueldos. Todos los costos adicionales han sido absorbidos por el equipo de trabajo. De acuerdo a las facturas a las cuales tiene acceso el equipo, y debido a la irregularidad de pago de sueldos, estimamos que los costos anuales, que incluyen cuatro números, cubiertos por la SCJ son de aproximadamente $380,000 pesos. Aún así, en nuestras comunicaciones con el Sr. Jorge Souza, hablamos de la posibilidad de integrar coeditores para disminuir la carga financiera de la SCJ. Nunca recibimos una respuesta.

En estas cartas enviadas por el Sr. Jorge Souza, se concluye con la frase: ?Todo lo demás (que yo quería quitar a los columnistas y otras cosas) son especulaciones.? El lenguaje que utiliza es ambiguo, dice que su intención de quitar a los columnistas y ?otras cosas? son ?especulaciones?. Nosotros no seremos ambiguos: su intención de quitar a los columnistas es cierta. La estableció en nuestra primera reunión de negociación y la confirmó en la segunda. No se atrevió a ponerlo por escrito, como no se atrevió, en sus cartas, a decir que era falsa. Es cierta, y es el motivo principal del rompimiento de la relación entre Parque Nandino y la SCJ.

Creemos preocupante que un funcionario público esté mostrando cualidades tan reprobables: censura, al querer quitar a los columnistas (entre los cuales existen quienes han criticado abiertamente las políticas de la Sra. Sofía González Luna); engaño, al mentir acerca de su postura de suprimir a los columnistas; pusilanimidad, al no ser capaz de defender públicamente la postura que asumió en privado; incompetencia, al dedicar su tiempo a los juegos políticos y la difamación, en lugar de trabajar por la literatura del Estado.

León Plascencia Ñol, director de Parque Nandino
Luis Fernando Ortega, editor de Parque Nandino



De verdad, no hay comentarios. Es indignante que esto suceda en el país, peor es quedarnos callados sin hacer nada. Hace poco me escribieron relatándome un suceso similar con otra revista cultural de teatro. Y me he enterado de varios ataques del estilo a diferentes expresiones culturales. ¿Acaso volveremos a la quema de libros? ¿Acaso se cree que la cultura es un instrumento útil para la comercialización que si no cumple con llenarle los bolsillos al director de paso de cualquier Secretaría de Cultura, entonces hay que acabar con ella?
¿En nombre de quién el Señor Jorge Souza decide quitar el respaldo, peor aún, desprestigiar y desacreditar a miembros de la Comunidad Cultural, intentando apropiarse de una idea creativa y un proyecto que por derecho y obviedad es de sus creadores? ¿En nombre de quién, señores? ¿Acaso los gobernantes no están allí para representar los intereses ciudadanos? ¿Qué ciudadanos han expresado su interés porque desaparezca Parque Nandino, porque se haga pedazos la cultura en un estado o en el país? ¿Quienes? ¿Cuántos?

Señor Souza ¿hasta dónde? ¿qué pretende? ¿por cuánto tiempo cree que puede parapetarse con su nuevo puesto de poder para hacer y deshacer a su antojo?

La ciudadanía está cada vez más consciente de muchas cosas, desgraciadamente aún no lo está de las arbitrariedades culturales que se están cometiendo en su contra. Porque lo que pasa con las revistas y los eventos culturales no sólo es malo para los autores, es malo para todo el país. No darnos cuenta de esto, es permitir que se secuestre nuestro espíritu, que se manipule lo que debemos leer y cómo debemos hacerlo. Nos quitan nuestra libertad como creadores, pensadores y analistas. Nos roban nuestras opciones. Si nos quitan nuestra libertad de pensamiento, nos están robando el alma, nos manipulan. Nos obligan a pensar como lo hacen ellos, de no hacerlo estamos mal y creen que deben desintegrarnos. NO podemos permitirlo.

La delincuencia también es esto. Robar ideas, voluntades y trabajo, es quitarnos libertad. Al estar en un puesto público, el Sr. Souza con menor razón puede comportarse de este modo. ¡Ya basta! Tenemos que hacer algo.

Saludos,
Fulka