Llegué tarde al trabajo. Tardísimo. Cuando me estaba quitando las lagañas todavía, pensaba en voz alta qué decirle a la secre de pretexto. Mi "momio" me dijo "dile que dormiste en mi casa y que apenas te estás despertando". Risa. "dile que cogimos toda la noche y que estás muerta, pero que ya vas para allá". Más risa.
No entiendo porqué esos "pretextos" me sonaron inverosímiles. Habrá sido porque son ciertos (ejem, ejem).
Ayer me auto-evalué por segunda vez, ahora como empleada.
Antecedente: mi jefe me pidió que me auto-evaluara y evaluara a la secre. Así lo hice y yo me auto-evalué con una forma de "directores y gerentes" (ego profesional). Le pasé las evaluaciones y me dijo: "ahora que, sin calificarse, la secre llene la primera parte de la evaluación donde se describe en 5 rubros la responsabilidad de su trabajo". Así lo hizo (y le costó mucho trabajo, por cierto). En su escritorio quedaron la evaluación de la secre, y dos formatos en blanco: uno de empleados y uno de directores. Le aclaré que yo me evalué con la de directores. Hizo cara de sospecha y me dijo que ahora me evaluara también con el otro formato, el de empleados. (Fin de antecedentes)
Así, pues, me auto-evalué por segunda vez, ahora con la forma de empleados. Se la mandé por correo a mi jefe y le escribí:
"Jefe, aquí está mi otra evaluación. La neta me fue requetebien, si me haces llenar otra forma hasta me va a ir mejor".
Mi jefe no ha vuelto a hablar sobre las evaluaciones. No le quedará otra que el aumento.
Fulka